Nació en Cieza el 14 de noviembre de 1945, es un pintor que ha huido de pertenecer a ningún grupo, quizá por ello tiene una pintura muy personal y difícilmente clasificable. Pintura potente y sugerente.
Se afincó en 1969 en Madrid donde entablo amistad con grandes representantes de la cultura como Damaso Alonso, Gerardo Diego, Bousoño, Claudio Rodríguez, etc.
Ha realizado decenas de exposiciones personales y colectivas, y recibido más de una decena de premios.
Entre las exposiciones más aclamadas se encuentra las monográficas “Minotauro y “El Retablo de la Lujuria” ambas presentadas en El palacio del Almudí de Murcia.
El propio autor ha dicho:”Yo no puedo hacer nada que no contenga una dosis de pasión considerable. No puedo hacer nada que no sea con toda la esencia de lo volcánico, con toda la fuerza de lo ígneo. De hecho, yo soy un hombre caliente en todos los ámbitos de la vida… Pero todo no es fruto de la casualidad, sino de una determinada forma de ser. Un creador (pintor, arquitecto, poeta, músico…) lo que tiene que tener a parte de su formación más o menos desarrollada es una actitud ante el mundo. No se puede entender la creación ni el hombre que la realiza sin una actitud ante la vida… Es la única forma en la que se puede hacer una obra medianamente incoherente, no digo coherente –huyo de las formalidades-, sino que hablo desde el rincón temperamental de la transgresión”
Sus obras se encuentran en importantes colecciones privadas y públicas.
Aunque su faceta como pintor es la más conocida, podemos afirmar que José Lucas es un artista integral, últimamente su faceta de escultor ha quedado reflejada en esculturas monumentales en rotondas de Alhama, Murcia y en la puerta de la Iglesia de Santa Clara de Cieza.
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